¿Quién necesita fisioterapia?

La fisioterapia es una opción de tratamiento increíble para muchas personas. Puede ser adecuado para pacientes de todas las edades y está enfocada a una variedad de condiciones de salud.

Ayuda a las personas a recuperarse de lesiones y enfermedades. Además, la fisioterapia ayuda a prevenir que estos problemas ocurran o empeoren.

Frecuentemente es el médico de atención primaria quien evalúa y determina si necesita fisioterapia o no. Pero, ¿quién exactamente necesita fisioterapia y cómo los beneficia? Las personas con las siguientes afecciones pueden encontrar esencial someterse a fisioterapia:

Personas que padecen dolores crónicos o agudos.

El dolor de espalda y de las articulaciones se encuentran entre las afecciones más comunes que se alivian con la fisioterapia. Las técnicas de fisioterapia pueden reducir la hinchazón de los tejidos blandos y la rigidez de las articulaciones, lo que produce un alivio significativo del dolor.

Personas que tienen problemas de movilidad.

Si tiene problemas para pararse o caminar después de una lesión o un derrame cerebral, un adecuado plan de fisioterapia puede resultar muy beneficioso. Mejora el equilibrio y le ayuda a controlar su cuerpo. Después de unas pocas sesiones, la mayoría de los pacientes muestran una mejor postura y capacidad para caminar.

Personas que se recuperan de una lesión.

Suelen someterse a fisioterapia las víctimas de accidentes automovilísticos y lesiones laborales. Los esguinces, torceduras y fracturas son algunas de las afecciones que pueden tratarse con éxito mediante fisioterapia. También ayuda a que las heridas sanen más rápido pues mejora de flujo sanguíneo.

Personas diagnosticadas con enfermedades crónicas.

Los pacientes con diabetes pueden someterse a fisioterapia para ayudar a mantener bajo control el azúcar en sangre, mejorar las sensaciones y curar heridas. Aquellos con enfermedades cardíacas y vasculares se benefician de la fisioterapia al mejorar la circulación sanguínea. También hay ejercicios de respiración y resistencia para ayudar a las personas con problemas pulmonares.

Personas que se recuperan de un derrame cerebral.

La recuperación después de un accidente cerebrovascular puede ser un proceso largo y difícil, ya que sus consecuencias a menudo afectan en gran medida la salud del paciente. Afortunadamente, los problemas de movilidad y el debilitamiento de los músculos se pueden tratar eficazmente con fisioterapia.

Personas que se recuperan después de la cirugía.

En ocasiones, la fisioterapia puede prevenir la cirugía; aquellos que aún deban someterse a ella, pueden optar por este tratamiento para garantizar una recuperación más rápida, aliviar el dolor y fortalecer los músculos . La fisioterapia postquirúrgica conduce a una rehabilitación exitosa y a una mejor calidad de vida en los pacientes.

Mujeres embarazadas.

Existen programas de fisioterapia pre y posparto que pueden ayudar a una mejor adaptación de la mujer al embarazo, preparar su cuerpo para el parto y, una vez que haya dado a luz, volver más rápido a sus actividades diarias.

Pacientes de edad avanzada.

La fisioterapia proporciona una variedad de efectos que pueden beneficiar a los pacientes mayores. Ayuda a prevenir caídas, controlar las condiciones de salud relacionadas con la edad, como la osteoporosis, y mejorar su bienestar mental. También puede ayudar a ralentizar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer.

Niños con ciertas condiciones de desarrollo.

Los niños con retrasos en el desarrollo y afecciones que afectan el sistema musculoesquelético también pueden someterse a fisioterapia, pues ayuda al desarrollo y mejora su estado de salud en general.

Atletas de alto rendimiento.

Por último, la fisioterapia se utiliza para prevenir y tratar lesiones por uso repetitivo. Dependiendo del deporte que practique, su médico desarrollará un programa individualizado para ayudarlo a ganar flexibilidad, mejorar la fuerza o ayudarlo en cualquier otra forma que necesite.